Mi receta original también es de Maite, que es sólo con chocolate negro. A mi un día se me ocurrió hacerlo con chocolate negro y chocolate blanco para un café con mis amigas y, a pesar de que se me rompió al desmoldarlo y fue más bien una reconstrucción de brownie, no dejamos ni una miga, mientras reíamos y nos contábamos nuestras cosas. Y es que somos compañeras, pero también AMIGAS.
Esta entrada va dirigida para ellos, MIS COMPAÑEROS, son un apoyo para mi aunque a veces en el cole no nos da tiempo ni a saludarnos porque andamos siempre muy liados, pero están ahí siempre, sabemos cómo estamos con vernos la cara, creo que tenemos la suerte de haber elegido un trabajo que cada día te ofrece besos y abrazos, que cada día es un RETO del que no sabes qué puedes encontrar o qué puede suceder, que lo hacemos porque realmente nos apasiona y del que disfrutamos cada día y que además supone un reto diario, donde te enfrentas a problemas de conducta, de comunicación, aprendes a dibujar porque es cómo mejor entienden las cosas, dónde tienes que saber hacer cómics para hacer historias sociales, tienes que saber cocinar. Donde aprendes a ponerte en el lugar de las familias y sufres porque para ellas sí que es un reto. Donde cada actividad supone varias adaptaciones distintas para que todos puedan acceder a ella y participar en la medida de sus posibilidades. Donde tienes que saber nadar y enseñarlo. Donde tienes que manejar el ordenador y la pizarra digital. Donde tienes que dar libertad al niño a la vez que lo proteges y lo haces sentir seguro. Donde las acciones más comunes de la vida diaria suponen el trabajo de años o de toda una vida para algunos niños, donde la paciencia a veces roza los límites, aunque tenemos kilos y kilos. Donde tienes que saber hacer feliz al otro. Donde tienes que enseñar el mundo que nos rodea desde lo más vivencial y básico hasta las aventuras más divertidas.
Un trabajo en el que nos sentimos frustradas a menudo porque a veces no nos da tiempo a abarcar todo lo que quisiéramos para sacar lo mejor de los niños y es que cada vez hay más niños por aula y eso supone dividir el tiempo de trabajo para cada niño. Y es que trabajar con niños y, además, de educación ESPECIAL, pues nos enriquece a cada momento y no nos permite distraernos ni un segundo para aprovechar cualquier oportunidad para sacar lo mejor de ellos, es un trabajo en el que nos hace esforzarnos y aprender, que no nos permite acomodarnos en el que tenemos que ser flexibles y amoldarnos a cada situación. Es un trabajo en el que sin compañeros, sin su apoyo y sin sus abrazos y sonrisas, sería más difícil de lo que es. Por eso doy GRACIAS porque no puedo tener mejor COMPAÑEROS que los que tengo ;-)
Volvamos al BROWNIE que es lo que veníamos a contar :-D El tradicional de chocolate negro nació por equivocación y es que un pastelero estadounidense se confundió y no echó levadura a un pastel de chocolate con nueces y así nació.
Yo, me permito ciertas licencias con el Brownie, ya que como me encanta el chocolate he jugado con la receta para darle distintos sabores y colores y os propongo que probéis distintas formas de hacerlo.
Os pondré la receta del de dos chocolates pero la misma receta con sólo chocolate negro está muy, muy rica y es éxito asegurado. El proceso es el mismo pero la mezcla se hace de una vez con el chocolate negro y al horno. A veces le echo frutos secos un puñadito de avellanas (unas 10) y le da un toque que recuerda a la Nutella riquísimo, también lo he hecho con nueces, otras he echado un poquito de cada. A veces las echo al vaso de batir con la mezcla para que sean prácticamente invisibles pero se mantenga el sabor, otras, las machaco para que se noten los trocitos... esto ya va al gusto del consumidor. A mi, personalmente, me gusta sin demasiados frutos secos para que todos los sabores permanezcan.
BROWNIE B&N
Ingredientes:
·
50 gr chocolate
de cobertura negro
·
50 gr chocolate
de cobertura blanco
·
200 gr azúcar
·
200 gr margarina
o mantequilla
·
90 gr de harina
·
100 gr de huevos
(2 huevos)
Preparación:
Dividir los ingredientes en dos
excepto los chocolates. El proceso se repite con cada uno de ellos. A la mezcla de chocolate blanco, le puedes restar un poquito de azúcar, si no eres muy goloso, ya que queda dulcecito.
Yo, empiezo por el chocolate blanco.
Deshacer el chocolate blanco y
añadir la margarina en un cazo, se recomienda al baño maría para no estropear
el chocolate. Si lo haces en un cazo directamente tienes que tener mucho
cuidado para que no se queme el chocolate. Como esta receta lleva mantequilla es más difícil que el chocolate se estropee, pero no lo perdáis de vista...
Yo, la mezcla, la hago en el vaso de
batir porque me es más fácil y cómodo. Pero se puede hacer perfectamente a
mano.
Echamos los huevos y el azúcar.
Después añadir la mezcla que hemos elaborado anteriormente del chocolate
derretido con la mantequilla. A esto, se va añadiendo la harina poco a poco.
Se unta un molde con mantequilla y
harina y se vierte la mezcla.
Cogemos el chocolate negro y
repetimos todo el proceso anterior.
Una vez en el molde las dos mezclas
con los dos chocolates, al horno: 180º 40 minutos, vigilando, nunca abrir el
horno antes de 30 min.
Truco personal: se le pueden añadir unas avellanas
y/o nueces.
¡Por muchos cafés con Brownie con los amigos!